(!)

Acabas de llegar a Mi Rayada Mental.
Recuerda echar la llave al salir, no quieras que brote lo encerrado.


viernes, 16 de marzo de 2012

Querida infancia:


Algún día te marchaste, fue repentino pero bien lo disimulaste. Me robaste las ganas de coger las muñecas, de hacer de mi habitación su palacio; escondiste en las estanterías multitud de cintas y dejaste que el polvo las enterrara.
Hiciste de mi armario una caja de zapatos; me quitaste mi inocente ilusión, ya no mudaba los dientes ni esperaba la llegada de los Reyes Magos.
Te llevaste tus mundos de Yupi y empecé a conocer otro que nada tenía que ver con el anterior.
Un día llamaron a la puerta, era la adolescencia y venía dispuesta a inaugurar en mi cabeza la tercera Guerra Mundial.
Me estampó toda clase de sentimientos y empecé a desarrollar un potente grito que me acompañaría diariamente. Además, me adelantó el pavo de navidad y se quedó un par de años como ocupa.
Las muñecas me miraban con recelo mientras pasaba tardes aferrada al ordenador e incluso me criticaron cuando me lamenté de mi desdichado corazón. De repente, el mundo empezó a circular en sentido contrario al mío.
Cuando la adolescencia dejó que madurara, se marchó, y descubrí este mundo, que, si es un sueño, ya es hora de despertar… y es que nunca me gustaron las pesadillas.



1 comentario:

  1. Me gusta mucho el texto: conciso, con contenido desde el principio al fin, y un gran sentido del humor.

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