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Acabas de llegar a Mi Rayada Mental.
Recuerda echar la llave al salir, no quieras que brote lo encerrado.


domingo, 4 de noviembre de 2012

Palabras nos sobraban.


La noche parecía vacía,
esta vez la lluvia adelantó su paso
y acompañó los míos bajo paraguas.
Jugó sucio, tal vez así bastaría,
mas quería arrancar mi cobijo
condenando hasta mi flequillo.
Para situaciones como éstas
psicología inversa:
Si el tiempo viene a morderte,
llévatelo de cervezas.
Los esperaba a escondidas,
descubierta por farolas traicioneras
que me alejaban de las esquinas
(pues no son muy buenas compañeras).
Más tarde, con el resto,
a cubierto;
Apareció como siempre: de repente,
con sus sonrisas pegadizas
vino a saludarme.
Cuando desaparecía; le buscaba,
salteando frentes de penumbras
y rodeada de elaborados disimulos.
Entre sombras él me encontraba,
eran las mismas que nos perdían.
Volvía.
O yo me acercaba.
Estábamos solos, entre otros quizás, 
pero juntos nos aislábamos.
Me miraba, 
y palabras nos sobraban.
Poco a poco me fui acostumbrando
a los cinco centímetros 
desde los que me escuchaba.
Mientras me hablaba;
imaginaba mi rojo en sus labios,
intentando derrocar la oscuridad
que nos acechaba.
Me encanta.
Luego, entraron en nuestro fuerte,
y aquellos escasos centímetros
que juntos habíamos recortado,
se alargaron. 


Domingos, punto de reflexión
de cada una de mis semanas.
Y el siguiente, 
nuestro punto de reencuentro.

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